martes, 11 de febrero de 2014

Oye esta palabra

Rosa

Oye esta palabra

Oye esta palabra mínima,
ala de ave, apenas mariposa,
que vuelve sobre ti
                       en un arpegio tenue.

Óyela, concíbela otra vez,
como si fuera el halo
de nuestra lírica luna: la primera.

Deposítala en la flor que tuvo el alma
sobre el pecho herido,
recortado en el papel
y el viento.

Óyela temblar.
atiéndela en regazo de paloma,
con calor de niño,
con caricia suave
desprendida de la yerba.

Mira este potrillo desherrado,
esta gota de agua
caída de una lluvia incontenible.
Ámala otra vez en el camino
                                   lento
                           que nos dio la tarde.

Pruébala, recíbela,
tómala en tu vientre enamorado
y apártale esa nube procelosa, mala,
en la que ¡ay!, sin darse cuenta,
huyó de tu candor
              para dejar de ser ángel.

Del libro Azumbres de la noche (1993)

Mariano Estrada www.mestrada.net Paisajes Literarios

2 comentarios:

  1. Precioso poema, reina en él la compleja armonía del gusto por la palabra

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    1. Gracias, Juan: "el gusto por la palabra". He ahí una de las claves de la poesía y de los poetas.Disponerlas en orden entra dentro de esa complejidad de la armonía, a la que te refieres. Un abrazo

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