Montiboli, Villajoyosa
Me quedo con la
vida
A Antonia Estrada
Me quedo con tu llanto,
que me lava.
Me quedo con tu aliento,
que me limpia.
Me quedo con tu canto,
con tu calma,
con tu risa.
Con tus ojos me quedo.
Me quedo con la flor enternecida,
con la rosa entregada
de mirada sufrida.
Me quedo con el manto
de la carne rasgada,
con el brote sangriento
de la herida.
Me quedo con tu límpido alimento,
con el alma,
con el viento.
Me quedo con la vida.
Del libro El cielo se hizo de amor (1986)
Mariano Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
ResponderEliminarBueno, por no estar ducha en andar por tus cosas ( tienes tantas y tantas... ) que lo que crei eran dos titulos y por consiguiente dos poemas, era uno solo...
Un poema tan bello y sentido solo puede ir dedicado a una Madre
Gracias, Tere: te costará un poco ponerte al corriente de mis escritos, que son muchos. Bastará con que leas alguno de vez en cuando. En cuanto a la dedicatoria, quiero decirte que Antonia Estrada no es mi madre, sino mi hermana. Un abrazo y feliz Año Nuevo
EliminarSimplemente precioso.
ResponderEliminarGracias, Sofía: la persona a la que está dedicado el poema es la mayor de mis hermanas, que son tres. Es misionera, lo ha sito toda la vida y lo sigue siendo con 77 años de edad. Se fue a las misiones con 22. O sea que lleva 55 años de su vida entregada a los demás. Es admirable. Un abrazo
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