Playa de l'Esparrelló, Villajoyosa. Foto M Estrada
Oíd el mar
Llorad, oh huérfanos, la lluvia
de besos desprendidos,
mas no agitéis en márfegas inquietas
-o antros de antiguo vasallaje-
el duro pedernal de un lirio roto
o el frío de una flor
que se desangra en vida.
de besos desprendidos,
mas no agitéis en márfegas inquietas
-o antros de antiguo vasallaje-
el duro pedernal de un lirio roto
o el frío de una flor
que se desangra en vida.
Oíd el mar
y que él os interponga
un atolón de espumas.
Que un viento de dolores os tripule
y al fin os adormezca.
Que un sueño de serpientes os entregue al miedo.
Temblad, desesperaos,
lamed la soledad y humedeced la sombra.
Mas no agotéis la noche en paladares híspidos
o lenguas de cirrosis con olor a esparto.
Oíd el mar, oídlo…
Y que él os lleve al bálsamo del alba.
Del libro Desde la flor del almendro (1995)
y que él os interponga
un atolón de espumas.
Que un viento de dolores os tripule
y al fin os adormezca.
Que un sueño de serpientes os entregue al miedo.
Temblad, desesperaos,
lamed la soledad y humedeced la sombra.
Mas no agotéis la noche en paladares híspidos
o lenguas de cirrosis con olor a esparto.
Oíd el mar, oídlo…
Y que él os lleve al bálsamo del alba.
Del libro Desde la flor del almendro (1995)
Mariano Estrada www.mestrada.net
Paisajes Literarios
Belleza de poema.!!!!!!!!Felicitaciones Mariano.
ResponderEliminarGracias, Marisol: no es un poema fácil, de lo que deduzco que eres buena lectora. Pero eso ya lo sabía. Me alegra verte. Un abrazp
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