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Viaje a la soledad
Ya no sé si los besos
que olían a jazmín
y a lluvia remansada
destilaban azúcar o delirio.
Ya no sé si los besos
que olían a jazmín
y a lluvia remansada
destilaban azúcar o delirio.
Sólo sé que eran brotes
del alba, tintineos de la luz
en primaveras
recién amanecidas.
Ya no sé si los labios
eran pozos de sed o
territorios de luna y de belleza.
Tampoco estoy seguro
de que un beso de amor
sea en sí mismo una victoria.
Sólo sé que, al marcharte,
escribiste en las lágrimas
un nombre, un tiempo, una frontera.
Y que a mí me dejaste en la memoria
el ansia inagotable del deseo,
el espejismo estéril
de la esperanza y del abrazo.
Pero te quiero, amor, aunque la vida
me pague con tormentas
de atronadora soledad.
del alba, tintineos de la luz
en primaveras
recién amanecidas.
Ya no sé si los labios
eran pozos de sed o
territorios de luna y de belleza.
Tampoco estoy seguro
de que un beso de amor
sea en sí mismo una victoria.
Sólo sé que, al marcharte,
escribiste en las lágrimas
un nombre, un tiempo, una frontera.
Y que a mí me dejaste en la memoria
el ansia inagotable del deseo,
el espejismo estéril
de la esperanza y del abrazo.
Pero te quiero, amor, aunque la vida
me pague con tormentas
de atronadora soledad.
Precioso, como siempre.
ResponderEliminarGracias, Blanca: en el ámbito de la poesía, el tema de la soledad es muy recurrente, pero también muy agradecido, como sabes. Un abrazo
ResponderEliminarUNA POESIA BELLISIMA ,EL TEMA SOLEDAD DEJA TRANSPARENTAR LOS SENTIMIENTOS DESPUES DE UNA PARTIDA QUE NO TIENE REGRESO
ResponderEliminarMuchas gracias, Marisol: hay dos tipos de soledad: la que buscamos y la que se nos impone. Esta última suele ser mala, por eso tratamos de huor de ella. Un abrazo
ResponderEliminarDesgarrador,"el espejismo estéril de la esperanza y el abrazo" hermoso!
ResponderEliminarGracias, Anónimo/a: los versos destacados tienen mucha enjundia. No me extraña que hayas utilizado el adjetivo "desgarrador". Un abrazo
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