Rosa abierta, Montiboli, Villajoyosa Foto M. Estrada
Perpetuar una
caricia
Perpetuar
una caricia en los exergos de la noche,
desentrañar
una flor y
¿No
es éste el camino de los hombres
para
hacerse eternidad, vida de vida?
Y
si no lo es, decidme:
¿Cómo
abarcar la cintura de un anhelo?
¿Cómo
meter los espacios
en
el ámbito delgado de las arterias?
¿Cómo
temblar en los bornes
de
una lágrima aún no derramada?
Decidme,
en fin,
¿se
puede modelar un corazón
con
el escoplo indolente de los suplidos?
Del
libro Azumbres de la noche (1993)
Mariano
Estrada www.mestrada.net Paisajes
Literarios
Aparecido has en el exhergo de esta mañana,
ResponderEliminarqué más hubiese yo podido desentrañár esa flor:
Atraido y embelesado por el color de esos sépalos y pétalos; posado y adormitado en sus sinuosidades líneas; el viento suave y enérgico tambaleando los estambres, hasta hacer estallar esas anteras; esparcir el polen hasta depositarlo en el estigma de su flameante, largo y profundo pistilo. Y... aquí dentro, polvo y savia, como lágrimas derramada de los ojos de dos corazones modelados por el desgarro de unas vidas...
Sí. Es este el único camino que existe para hacernos con la única y verdadera vida...
eterna, para la eternidad:
Un PERPETUAR UNA CARICIA. UNA VIDA